
El gremio docente ha vuelto a hacer oír su voz, reafirmando con firmeza su demanda principal: la anulación inmediata de la reforma educativa que afecta directamente la educación técnica y que ha entrado en vigor este mismo año.
La Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (Unter) ha insistido de manera enfática en su solicitud de derogar la resolución número 6488/24, emanada del Ministerio de Educación. Esta resolución, que es el centro de la controversia, implementa una serie de modificaciones sustanciales en la educación técnica de Nivel Medio, generando un amplio rechazo por parte de los educadores.
Los docentes, quienes son los principales afectados por estos cambios, argumentan con vehemencia que la implementación de estas modificaciones se llevó a cabo sin el debido consenso y la participación activa de los diversos actores que conforman la comunidad educativa.
Esta falta de diálogo y concertación es uno de los puntos centrales de la crítica, ya que consideran que se ha ignorado la experiencia y el conocimiento de quienes están directamente involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El reclamo, que inicialmente tuvo su epicentro en la ciudad de Cipolletti, ha logrado extenderse a lo largo y ancho de toda la provincia de Río Negro, ganando cada vez más adeptos y visibilizando la problemática a nivel regional. Los profesores, contando con el valioso apoyo y la solidaridad de los estudiantes, cuestionan severamente el impacto negativo que podrían tener los cambios implementados en la calidad de la educación técnica.
Entre los puntos más controvertidos de la reforma, se encuentra la disposición del Ministerio de Educación de implementar una evaluación diaria del desempeño de los estudiantes, lo que genera preocupación en relación a la carga de trabajo y la posible estandarización de los criterios de evaluación.
Asimismo, la flexibilización de las exigencias para que los alumnos puedan pasar de año sin haber aprobado todos los talleres es otro aspecto que genera inquietud entre los docentes, quienes temen que esto pueda afectar el nivel de exigencia y la calidad de la formación técnica.Los centros de estudiantes, por su parte, han manifestado su profunda preocupación, asegurando que la reforma, tal como está planteada, podría derivar en un corto plazo en una degradación de los títulos otorgados, disminuyendo su valor y relevancia en el mercado laboral. Temen que los títulos pasen de ser reconocidos como «técnicos» a simplemente «ayudantes», lo que implicaría una pérdida de prestigio y oportunidades para los egresados.
La Unter ha manifestado de manera contundente que «la participación de los actores principales es fundamental, debido a que somos los docentes quienes transitamos y habitamos cotidianamente las aulas, quienes conocemos de primera mano sus necesidades, a sus estudiantes y a sus familias». El gremio insiste en la importancia de escuchar la voz de los docentes, quienes son los que mejor conocen la realidad de las escuelas técnicas y las necesidades de los estudiantes.Además, la Unter agregó que «como sindicato tenemos la enorme responsabilidad de advertir cuando entendemos que las decisiones políticas y pedagógicas no son acertadas, dando la discusión necesaria para revertir esas situaciones; trabajando incansablemente en la garantía de derechos laborales y pedagógicos».
El sindicato se siente en la obligación de señalar las falencias de la reforma y de luchar por defender los derechos de los trabajadores de la educación y la calidad de la enseñanza.El gremio docente también ha indicado que se han sumado a este reclamo diversas comunidades educativas, quienes han manifestado su desacuerdo con la implementación de la reforma, evidenciando un rechazo generalizado a la medida.
Subrayan que «entendemos que desde el Ministerio de Educación debe existir una actitud de escucha responsable, y que, de la misma manera que nos convocó a un encuentro de trabajo, acordado en paritaria, y se avanzó en la conformación de una comisión mixta, es que exigimos una urgente reunión y la derogación de la Resolución 6488/24».
En este sentido, exigen al Ministerio de Educación que retome el diálogo y que considere seriamente la posibilidad de derogar la resolución, buscando una solución consensuada que beneficie a toda la comunidad educativa.
La insistencia en la derogación se basa en la percepción de que la resolución, tal como está planteada, perjudica la calidad de la educación técnica y los derechos de los docentes y estudiant